El adulto de Ceratitis capitata es de tamaño ligeramente inferior al de una mosca doméstica, presentan unas alas vistosas con zonas anaranjadas junto a otras de aspecto ahumado, insertadas en un tórax negro punteado.
Las patas son amarillentas; el abdomen, con franjas amarillentas, muestra un oviscapto prominente en las hembras. El macho, más pequeño que la hembra, presenta en la frente dos pelos terminados en una especie paleta romboidal.
Adulto de Ceratitis capitata
Autor: Daniel Feliciano
Las larvas son ápodas, de color blanquecino, truncadas en su parte posterior y más afiladas por la parte de la cabeza. Miden 7-9 mm de longitud por 2 mm de ancho.
La pupa, de color marrón, tiene forma elipsoidal y segmentada y mide unos 5 mm de longitud.
Biología de la plaga:
Puede llegar a tener hasta 8 generaciones al año, aunque estas no están nunca bien definidas. El número depende, fundamentalmente de los factores climáticos, pero también de que en la zona existan frutos de maduración escalonada que sirvan de enlace a las sucesivas generaciones.
Los adultos son buenos voladores, pudiendo cubrir grandes distancias sin problemas.
Necesitan una dieta rica en aminoacidos para alcanzar la madurez sexual.
La hembra adulta clava el oviscapto hasta una profundidad de unos 2 mm y deposita la puesta en grupos de 5 a 10 huevos, estos eclosionan a los 2-3 días a una temperatura de 25º C. Una hembra puede llegar a poner entre 300 y 400 huevos.
Las larvas se alimentan de la pulpa, penetrando en el interior del fruto. Pasan por tres estadios larvarios. El periodo de vida larvario depende de la temperatura y varia con la clase y el estado de los frutos parasitados.
Una vez completado su desarrollo salen del fruto para pupar en el suelo a una profundidad de 5 a 10 cm. La emergencia de adultos se produce a los 6-13 días con temperaturas optimas.
Daños ocasionados:
La picadura que realiza la hembra en el fruto forma una mancha mas amarilla. Las larvas al alimentarse realizan galerías en el interior del fruto estropeándolo. Esta herida, además, es vía de entrada de patógenos que aceleran el deterioro del fruto que acaba pudriéndose y cayendo al suelo.
Fuente: www.agricultura.gva.es
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