El reposo o dormancia (Lang et al., 1987), es la suspensión temporal visible del crecimiento de cualquier estructura de la planta que contenga un meristemo. A nivel de semillas, se utiliza el término latencia.
El reposo forma parte del ciclo anual de los frutales de hoja caduca y es inducido por las bajas temperaturas del otoño, junto al acortamiento del día.
La duración del reposo es dependiente, entre otros factores, de la especie y variedad. Dentro de un individuo, éste varía en función del tipo de yema, su ubicación en la planta y edad.
En Aragón, la preparación para el reposo puede iniciarse en Agosto, con la disminución del día (equinoccio de verano), aunque la planta sólo lo llega a percibir algunas semanas después.
En manzanos se ha propuesto que las hojas serían los órganos encargados de percibir esta señal, que es transmitida a la yema y acumulada en forma de inhibidores, en las brácteas.
Para las principales zonas de cultivo de frutales de Aragón, el recuento de horas de frío debería iniciarse cuando la planta muestre una caída de hojas significativa (sobre el 50%). Como este parámetro es difícil de cuantificar, el cómputo se inicia después de la primera helada. Posteriormente, para salir del reposo e iniciar la actividad, la planta requiere acumular una cantidad de “Horas Grado Días (GDH)” (en general, a partir de 10 ºC).
Cálculo de Horas-Frío
Existen diferentes modelos que intentan predecir la ruptura del reposo; en la actualidad esos modelos contemplan rangos de temperatura con diferente eficiencia en la acumulación de frío.
Para salir del reposo, la planta requiere acumular frío. Para el cálculo de este requerimiento se emplean diversas fórmulas, de las cuales las más utilizadas son:
a. Modelo Weinberger: el término “horas de frío” (HF) se refiere a las horas transcurridas a temperaturas inferiores a 7,2 °C. En principio, el recuento de todas aquellas horas bajo 7,2 ºC, se realizaba en base a los datos de un termógrafo ubicado en la propia finca. Actualmente existen modelos de cálculo a partir de los datos diarios de temperaturas de las estaciones climáticas. Cada hora acumulada bajo dicho umbral equivale a una Unidad de Frío.
b. Modelo Utah, desarrollado por Richardson et al. (1974) para melocotonero, que considera un rango diferencial de acumulación de frío. Cada hora acumulada bajo dicho umbral equivale a una Unidad de Frío.
c. Modelo Carolina del Norte, desarrollado por Shaltout y Unrath, 1983, para manzanos.
El modelo de Utah, no se adapta a zonas con inviernos benignos, por lo que se han desarrollado modelos alternativos (Modelo dinámico).
En la siguiente tabla vemos las diferentes necesidades de horas-frío según la especie:
(*) Para calcular las horas-frío acumuladas en Aragón, podemos utilizar los datos meteorológicos recogidos por las diferentes estaciones de la red de la Oficina del Regante.
Síntomas de falta de frío
Diversos son los síntomas de la falta de frío en los frutales. Uno de los más evidentes es el retraso en la brotación, especialmente de los órganos vegetativos. Ello podría ser la causa de una alta caída temprana de fruta, al no disponer la planta de nutrientes en forma suficiente y oportuna, por falta de superficie foliar (fotosíntesis).
En árboles jóvenes se puede observar una menor brotación de yemas, las que saldrán más vigorosas, causando un retraso en la precocidad de las plantas.
Efectos negativos de la falta de frío sobre la producción de fruta
En variedades exigentes, la falta de frío hace que los meristemos no puedan captar el nivel de nutrientes suficientes, y los foto-asimilados y nutrientes se dirigen a otros tejidos. En consecuencia no se produce la ruptura de la latencia por no recibir suficiente estímulo de frío.
En la vegetación:
1) La brotación no es uniforme y se retrasa.
2) Muchas yemas vegetativas no brotan, quedando latentes, aunque pueden hacerlo más tarde.
3) Los brotes crecen más débiles.
4) Las yemas laterales no abren y la planta presenta un desarrollo más vertical (acrotonía).
En el árbol:
1) Retraso en la entrada en producción.
2) Desenfrenado crecimiento vegetativo.
3) En frutales de pepita, pocos dardos.
4) Excesivo uso de reservas.
5) Poco desarrollo foliar, con mayor daño de sol.
En las flores:
1) La floración se retrasa, se extiende y no es uniforme.
2) Como consecuencia de lo anterior, las variedades no coinciden en el tiempo de floración,
afectando el cuajado.
3) Las flores más débiles caen antes de cuajar, tienden a ser deformes, multiovuladas.
4) El polen es poco viable.
5) En el melocotonero y otros frutales de hueso, muy sensibles a la falta de frío, se observa caída
de yemas.7
En la fruta:
1) Maduración irregular.
2) Menores producciones.
3) La calidad de la fruta se ve afectada:
- menor tamaño.
- pobre coloración (menor disponibilidad de carbohidratos para nutrirla).
- menor firmeza (menor densidad celular en los tejidos en formación).
Fuente: Informaciones técnicas nº 224. Centro de Transferencia Agroalimentaria
A día de hoy, según la fórmula de Crossa-Raynaud ( HF= 24*(7-Tm)/(TM-Tm) ) y los datos meteorológicos de la estación de Épila, las horas frío acumuladas son casi 484.
ResponderEliminarA día de hoy, las Horas-Frío acumuladas según los datos meteorológicos de la estación de Épila, son de 764.
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